Es una película de gran belleza y de dulces intenciones, que ofrece al espectador una lección de vida humana: el valor de la caridad y la compasión frente a la dura disciplina de la ley. Asimismo muestra cómo un acto aparentemente insignificante puede transformar la vida de tantos, pasando de tratar a los niños, de delincuentes sin remedio alguno a personas.
El lema de este film es "la música puede cambiar a las personas".